domingo, 4 de marzo de 2012

Katyus la niña del arroyo

Hoy hemos estado viendo un concierto-cuento muy muy chulo.

Era de Katyus, una niña que lavaba en el arroyo la ropa de toda la gente del pueblo. Lavaba las camisas de la señora Felisa, los calcetines del señor Colorines y los calzoncillos de don Vicentillo.
Cuando Katyus estaba contenta cantaba con la misma música que Balú y Mowgli:





De camino al arroyo, Katyus pasaba por delante de la panadería. Aunque no tenía dinero le gustaba oler el aroma de los pasteles, panes y tortas que hacía Julián, el panadero.
Pero Julián. que era un señor malo súper malo, mega malo, la denunció, porque la niña le robaba el aroma. Y el caso es que el juez condena a Katyus a llevar al juzgado 100 monedas de oro.

Ella se pone triste, muy triste muuuuuy triste. Como esta canción.




Aunque el panadero estaba mucho más contento:




Todo el pueblo se puso a favor de Katyus, y le increparon a Julian:

"Ya está bien, don Julián, no es justo. A Katyus no vencerás. Ya esta bien don Julián no se justo, a Katyus no ganarás".



Y lo que es más, cada vecino del pueblo puso una moneda de oro para que Katyus pudiera pagar su deuda. Pero para sorpresa de todos, el juez no le dio las monedas de oro al panadero, sino que las hizo sonar en su oreja. El olor del pan, se lo pagó Katyus con el sonido del dinero.
Katyus vivió feliz en el pueblo y Julián se quedó con la boca abierta.... para el resto de su vida.

1 comentario:

  1. A mi me gusto cuando la narradora hablaba y los instrumentos tocaban.

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