Cincuenta y nueve segundos.

¿Sabrán estos enanos opinar dando razones convincentes y coherentes? Eligieron un tema, se lo prepararon, cada uno decidió en qué bando o grupo querían estar y vean y escuchen...


Untitled from Mery Cuellar on Vimeo.

Perdonad por tanto eeeee y voz nerviosa por mi parte, pero acordaros que tuvimos que cortar y volver a empezar tres veces. Este hecho creo que os puso también nerviosos a vosotros.





Conclusión: Sí, por supuesto que saben, y algun@s realmente bien.Y les puedo asegurar que ayer lo hicieron muchísimo mejor. Tanto que la profe  se entusiasmó y no se percató de que estuvo grabando durante casi 45 minutos. Claro está, luego el vídeo no subía porque era demasiado extenso. Lo siento chicos...
Ya lo haremos más veces y así todos podrán participar con su trabajo recién preparado y algunos con sus trajes como el día anterior.

El poder del chocolate...

Empezamos muy bien haciendo unos gorros como los de los Leprechauns y nos pintamos en la cara un shamrock y la bandera de Irlanda.

 

Guapos, ¿eh?

     Cuando la profe dijo que teníamos que enseñar el gorro a los "peques"... Llegaron  las" malas caras"-por parte de algunos/as-. 

Se creó desconcierto cuando terminó el recreo y subimos a clase, tocaba Science pero...     

¡Qué no aparecían los libros! y la profe nos echó la bronca.

Mejor cortar el vídeo y no ver el final. Los libros aparecieron y además alguien dejó unas chocolatinas. Pero...se montó una... 

-¿ Por no encontrar los libros?
- ¡Qué va! Más bien por esto:

-¿Por las chocolatinas?

-Sí, sí

-Además sólo una para cada uno.

Pero...así son las cosas.

Después de lloros , rabietas...que si a uno por arte de magia le aparecieron cuatro chocolatinas en el bolsillo del chándal, otros no esperaron sentaditos a que  les repartieran la moneda de chocolate y a algunos les habían colocado la chocolatina desenvuelta y todo en la mano ( aún no sabemos quién). Pues...más bronca. Esta vez en serio. Claro que pensándolo bien, esto tiene que haber sido una travesura de los Leprechauns. Segurísimo.

Matrícula de honor

Qué pasada de Ceniciento del siglo XXI

Katyus la niña del arroyo

Hoy hemos estado viendo un concierto-cuento muy muy chulo.

Era de Katyus, una niña que lavaba en el arroyo la ropa de toda la gente del pueblo. Lavaba las camisas de la señora Felisa, los calcetines del señor Colorines y los calzoncillos de don Vicentillo.
Cuando Katyus estaba contenta cantaba con la misma música que Balú y Mowgli:





De camino al arroyo, Katyus pasaba por delante de la panadería. Aunque no tenía dinero le gustaba oler el aroma de los pasteles, panes y tortas que hacía Julián, el panadero.
Pero Julián. que era un señor malo súper malo, mega malo, la denunció, porque la niña le robaba el aroma. Y el caso es que el juez condena a Katyus a llevar al juzgado 100 monedas de oro.

Ella se pone triste, muy triste muuuuuy triste. Como esta canción.




Aunque el panadero estaba mucho más contento:




Todo el pueblo se puso a favor de Katyus, y le increparon a Julian:

"Ya está bien, don Julián, no es justo. A Katyus no vencerás. Ya esta bien don Julián no se justo, a Katyus no ganarás".



Y lo que es más, cada vecino del pueblo puso una moneda de oro para que Katyus pudiera pagar su deuda. Pero para sorpresa de todos, el juez no le dio las monedas de oro al panadero, sino que las hizo sonar en su oreja. El olor del pan, se lo pagó Katyus con el sonido del dinero.
Katyus vivió feliz en el pueblo y Julián se quedó con la boca abierta.... para el resto de su vida.

Vamos de excursión

Nada mas llegar...

Al principio serios, sí.

Aunque nos fuimos poniendo cada vez más nerviosos porque tardaba en empezar.

Después nos hemos ido a comer el bocata y hemos ido a un  parque, donde había columpios  gigantes, ruedas y un campo de fútbol.

                                          

¡AY, AY AY! ¡No os matéis!

Ese bicho os va a tragar.¡Cuidadooooo!

Miedo me dais

Pero...qué comodones sois. De no ser por Mari y Samu la rueda no se mueve.